Entrevista al flamante presidente de la AEP

Entrevista Serafín Málaga publicada en el Diario Médico de ayer:

¿Parece que el lema del congreso ha funcionado?
-Sí. Los 1.770 votos que hemos obtenido en las elecciones celebradas en el transcurso del congreso ratifican nuestro lema: Una Asociación Española de Pediatría para todos. Tenemos cuatro años por delante para que la AEP sea el hogar de todos los pediatras.

¿Acaso falta alguien en casa?
-La AEP es una federación de sociedades, y en esa federación, dentro del ámbito de la atención primaria, hay dos grandes asociaciones: la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap). Nuestro deseo es que esta última se incorpore ya a la entidad.

Hablemos de retos.
-Apostamos por la colaboración y el pleno apoyo a la comisión nacional de la especialidad para conseguir la acreditación oficial de las áreas específicas.

En su programa electoral había también un marcado acento ético, ¿no?
-Es que queremos tener un código ético. Para ello vamos a constituir un comité ético que proceda al replanteamiento de las relaciones con la industria farmacéutica, incluida la política de recomendaciones de productos comerciales por parte de la AEP.

¿Y de colaboración con la Administración?
-Nos preocupa sobre todo no lograr un calendario único de vacunas. La geografía española no puede constituir un factor de desigualdad en este país.

¿Cuál es su receta para acabar con el grave déficit de pediatras que tiene España?
-Aumentar las plazas MIR. Por la escasez de especialistas no podemos permitir que se pierda el mejor sistema pediátrico del mundo. Querríamos acabar con esta situación que acarrea tantos problemas a algunas regiones.

¿Qué opina de la figura del especialista de área que ha creado Madrid para aliviar el déficit en primaria?
-Estamos radicalmente en contra. Es un sistema que va a crear dificultades de ocupación, gasto y pérdida de funciones pediátricas. Y lo consideramos especialmente peligroso si se constituye como un modelo a implantar en otras comunidades autónomas. Sería un auténtico virus del que hay que defenderse.