Las candidaturas contaron los votos por correo que gestionaron directamente. La de Serafín Málaga contabilizaba 1.750 en números redondos. La de Delgado/Paredes 2.000. De partida eso significaba (en %) 47/53 (seis puntos de diferencia) y unos 250 votos más a favor de la candidatura continuista.
Un número indeterminado de socios (pocos) votaron por correo de manera autogestionada (por su cuenta). Estimo por lo que vi en mi mesa que aproximadamente unos 80. Los votos presenciales fueron 338.
Sumados dan 4.168 “votos”. Sin embargo se contabilizaron para el escrutinio definitivo 3.414, 1.770 para Serafín y 1.644 para Paredes. ¿A dónde fueron los ≈ 750 “votos” que faltan?
Oficialmente, como ya he dicho, se anularon “sólo” 488 votos, entendiendo por voto eliminado el del socio X, fuera cual fuera el número de votos que hubieran llegado a su nombre.
Pero no menos de 200 fueron eliminados por duplicados y unos 15 por triplicados. Multiplicando por dos y tres respectivamente esos votos en realidad habían sido contabilizados como 445 por las candidaturas.
La mayoría eran votos opuestos que se aniquilaban mutuamente, con un efecto equilibrado, pero un número nada despreciable eran votos «apoptósicos» los dos de la misma candidatura, que se hacían el hara-kiri. Esos votos restaban dos a los que su candidatura había contabilizado. Los caducados no superaron los 60.
El resto (otros 200 aproximadamente) fueron nulos por no aparecer los votantes en los listados o por defectos de forma, como llevar el DNI y el voto en el mismo sobre.
≈ 10% del voto presencial anuló al correspondiente voto por correo. Esto eliminó unos 35 votos contabilizados por correo, pero también rehabilitó algún voto duplicado que había sido anulado.
Si sumamos todos estos capítulos nos da 445+60+200+35= 740 «votos» eliminados, lo que coincide casi exactamente con los «evaporados».
De esa manera llegamos al escrutinio con 3.414 votos en urna. Restados los 338 de presencial quedan 3076. Como ya dije había cuatro urnas, una grande con todo el voto presencial en el fondo, y tres más pequeñas.
Escrutadas las tres pequeñas la proporción, redondeando, era de 52/48% a favor de Paredes. Aplicando esta proporción a los 1185 votos por correo de la urna grande nos daría 564/616 a favor de Paredes.
Sumando todos los parciales nos da que en el voto por correo eficaz, computable a efectos de escrutinio quedó en 1.470/1.606 o 52/48%, (Serafín/Paredes) con lo cual después de todo el proceso de depuración y debido a los factores que sumaban y restaban la diferencia era de 4 puntos porcentuales (Serafín recuperaba 2 de los 6 de diferencia en su contra que según el voto por correo contabilizado por las candidaturas). Paredes tenía 136 votos de ventaja.
Ya sólo queda calcular como fue el voto presencial. Sabemos que en la urna grande había 864 votos para Serafín y 654 para Paredes. Restándoles los 566 y 619 por correo estimados (con un margen de error mínimo), podemos decir que el voto presencial fué 300/38 !!!! (+262) 89/11 % a favor de Serafín y explicó la diferencia final 262-136= 126.
Curiosamente, esos 262 votos a favor de Serafín también habrían sido suficientes para neutralizar la supuesta ventaja inicial de 250 de Paredes. (sin tener en cuenta ni los votos autogestionados por los socios ni los diferentes motivos de anulación).
Esta es la historia de cómo se «evaporaron» casi 750 «votos», y porqué Serafín Málaga ganó gracias al voto presencial, gracias a maños y congresistas que se acercaron a votar.
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